¿Las VELAS AROMÁTICAS podrían ESTAR DAÑANDO tu SALUD?
Cada vez que se quema algo, suceden reacciones químicas… hay sustancias transformándose y liberándose al aire, algunas de las cuales PUEDEN ser perjudiciales para nuestra salud.
El riesgo obviamente depende de qué es lo que se esté quemando, dónde y cuánto tiempo estés expuesto a las sustancias emitidas.
El primer problema de la quema de todo tipo de velas son las partículas suspendidas que liberan. En este otro video, te platicaba precisamente sobre ese componente de la contaminación ambiental: partículas sólidas y líquidas lo suficientemente pequeñas como para penetrar en los pulmones y transportarse por nuestro cuerpo a través del torrente sanguíneo.
La inhalación de las partículas suspendidas de menor tamaño se asocia con enfermedades respiratorias, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), asma y cáncer pulmonar.
Pero, dado que estas partículas pueden viajar por el torrente sanguíneo, pueden provocar problemas más allá de nuestro sistema respiratorio. Pueden llegar a muchos otros de nuestros órganos vitales y provocar efectos en nuestro sistema endocrino, renal, vascular, reproductivo. Un punto que llama personalmente mi atención es que entre las posibles afectaciones que pueden provocar estas partículas hay reacciones como inflamación cerebral que aumenta los riesgos de enfermedades como Alzheimer y Parkinson.
Por otro lado, como en ese mismo video comentamos, se han encontrado partículas suspendidas de 2.5 micras del lado fetal de la placenta dentro de mujeres embarazadas, con el potencial de tener afectación en el feto.
Volviendo a las velas, probablemente has notado la aparición de hollín en los vasos que a veces se usan para contenerlas. Este es un producto de su combustión incompleta, es decir, cuando no hay suficiente oxígeno disponible para la reacción química.
En otras palabras, si ves que se produce hollín, es posible que se estén liberando también partículas de distintos tamaños, presumiblemente el hollín se forma con partículas suficientemente grandes como para precipitarse por gravedad mientras que las partículas más pequeñas pueden mantenerse “suspendidas” en el aire y son las que nos preocupan porque podemos respirarlas.
Hay un estudio que realizó hace años la EPA en Estados Unidos, en el que se analizó de distintas formas la emisión de partículas suspendidas en velas.
Por ejemplo, para responder la pregunta de si se liberan partículas suspendidas que más nos preocupan, las PM 2,5… se encendieron 9 velas aromáticas de parafina redonda con una corriente de aire de 11 centímetros por segundo con un recambio del aire en la habitación de 1.54… esto es, en una hora se cambió totalmente el aire del espacio interior 1.54 veces.
La respuesta es que sí, se liberan partícula suspendidas suspendidas de menor tamaño que pueden afectar nuestro cuerpo.
Años después, en este otro estudio se midió si se liberaban partículas todavía de menor tamaño que el PM 2,5 al quemar velas y la respuesta es que sí.
Actualmente no es tan difícil contar con medidores de partículas suspendidas, así que tal cual podemos medir junto a una vela y saber que sí, se están liberando partículas suspendidas nocivas.
Pero volviendo al estudio de la EPA, hay otro dato interesante que podría ser menos obvio… se identificó un par de momentos distintos en los que hay mayor liberación de partículas suspendidas.
Uno es cuando ocurre una ruptura de cera… esto es, típicamente justo alrededor de la flama se forma cera líquida y alrededor de esta cera líquida hay cera sólida… cuando esta cera sólida se ablanda por el calor y se desploma, hay desplazamiento de la cera líquida y eso provoca combustión incompleta, aumentando la liberación de partículas suspendidas, no sólo en ese momento… la inestabilidad puede mantenerse por algún tiempo liberando partículas.
El segundo momento es cuando la vela se apaga. Hay algo que llaman flama latente o combustión latente… se refiere a que ya no hay flama visible pero persiste precisamente, una combustión incompleta. Puedes ver en el gráfico que horas después de que la vela técnicamente se apagó, la emisión de partículas persiste, liberando bastante más cantidad de partículas que las que se liberaron cuando la combustión era estable.
De hecho en el mismo estudio encendieron 30 velitas de cumpleaños y literalmente las soplaron para apagarlas… este es el gráfico de la concentración de partículas suspendidas, que como puedes, ver registró un pico en el momento en que se apagan, pero no solo eso… la concentración de partículas suspendidas persistió por más de 1 hora.
O sea que sí, si alguna vez te has preguntado si tu casa queda humeada de manera persistente después del ritual de cumpleaños, pues… probablemente sí.
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Un segundo problema que es específico de velas aromáticas es su fragancia y el hecho de que algunas empresas no describen qué compuestos usan para esa fragancia.
Específicamente los compuestos problema que podemos encontrar aquí son ftalatos que son conocidos por ser disruptores endocrinos. Esto significa que esa familia de compuestos se ha identificado que puede interferir con las hormonas de la pituitaria, hipotálamo u otras glándulas. De hecho, pueden interferir con la liberación adecuada de estrógeno o testosterona.
Si vas a comprar una vela aromática, verifica su lista de ingredientes. Si en lugar de decir qué contiene usa la palabra genérica: fragancia… podría contener ftalatos. Si menciona el nombre de los compuestos tal cual, este es un ejemplo de compuestos que se utilizan para crear fragancias sintéticas, que idealmente deberías evitar:
DEHP – ftalato de bis(2-etilhexilo)
BBP – butilftalato de bencilo
DBP – ftalato de dibutilo
DIBP – ftalato de diisobutilo
DCHP – ftalato de diciclohexilo
Por cierto que como te comenté en este otro video, hay estudios que han analizado que el incienso, que sí, típicamente tiene aroma, puede producir humo con altos niveles de tolueno, benceno, furfural, fenol y otras sustancias carcinogénicas. Lo que me lleva al tercer problema potencial de las velas…
Sucede que cuando se quema material orgánico, pueden formarse en la combustión, un grupo de sustancias químicas llamadas compuestos orgánicos volátiles.
Algunos compuestos de este tipo, como el benceno y el formaldehído, son carcinógenos bien conocidos, es decir, son sustancias que sabemos que aumentan el riesgo de sufrir cáncer.
¿Qué tan preocupante es la emisión de este tipo de compuestos?
Hay estudios como éste en donde intentan responder esa pregunta. Tomaron distintas velas e hicieron mediciones en el aire para ver qué tanto contaminaban. Para ello, la ventilación utilizada fue asegurando que cada dos horas todo el aire en el espacio de prueba se renovara…
En la medición de formaldehído, afortunadamente en la prueba no se alcanzaron concentraciones en el umbral de “peligro” que señalan las guías de la unión europea ni la estadounidense.
En el caso del benceno, sí se identificó que la concentración podría alcanzar el umbral de la unión europea.
Por otro lado, estudios como estos sugieren que en general, las velas aromáticas liberan mayores emisiones que las velas sin fragancia. Aunque, más allá de eso, entre las velas sin fragancia no parece haber un patrón claro de si un tipo de cera o combustible de vela es mejor que otro respecto a sus contaminantes.
Finalmente, creo que de los tres problemas de las velas, el más claro es la liberación de partículas suspendidas. Aprovecho para recordarte que las estufas de combustible también son graaaandes emisoras de contaminantes en nuestras casas y platicamos al respecto en este otro video.
Conclusiones sobre este tema
Lo más sencillo es dejar de prender velas, con eso te evitas todos los posibles problemas de salud relacionados.
Si TIENES QUE encender velas, algunos fabricantes recomiendan mantener el tamaño de la mecha de entre 3 y 6 milímetros. La razón, aparentemente, es que entre más larga la mecha, más combustible se quema al mismo tiempo.
Dado que las perturbaciones con la cera líquida afectan, podría ser útil retirar la suciedad que puedas ver en la cera de tu vela.
Apagar la vela sofocándola y dejándola tapada, potencialmente es mejor que soplarle y dejar que siga quemando combustible.
Si tu vela está humeando, no es buena señal. Si ves que libera hollín, no es buena señal.
Reduce las perturbaciones que visiblemente provoquen una flama inestable.
Mantén tu casa bien ventilada.
Y por seguridad general, no dejes nunca una vela desatendida, sobretodo cerca de niños o mascotas.
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