Así como existe el metro como unidad y nos permite medir qué tan lejos está un punto A de un punto B. Existe algo que llamamos pH y que en muy pocas palabras nos ayuda a medir si una sustancia es ácida o alcalina. Estos dos tipos de sustancia, en los extremos de la escala de pH son peligrosas pero manejamos un amplio rango de sustancias un poco ácidas o un poco alcalinas todo el tiempo. Es más, algunas hasta nos las comemos y hay tendencias alimenticias basadas en ello, como las dietas o el agua alcalinas…
¿Qué es la dieta “alcalina”?
La premisa de esta idea es que dependiendo de lo que comas, podrías cambiar el pH en tu cuerpo. Quienes apoyan esta idea lo comparan a una combustión. Donde hubo fuego, cenizas quedan… o algo asì dice la analogía romántica… creo
Así que cuando comes algo y se metaboliza en tu cuerpo, deja algún “residuo” o “ceniza” en tu cuerpo. Este residuo metabólico puede ser neutro, ácido o alcalino.
Los alimentos que consideran que dejan “residuos ácidos” incluyen la proteína, fosfatos y azufre; y los alimentos que consideran que dejan “residuos alcalinos” incluyen calcio, magnesio, potasio.
Grupos alimenticios
También puedes encontrar que refieren a grupos de alimentos como de cada tipo de residuo. Llaman de manera genérica, ácidos a las carnes, pescado, leche, huevos, semillas, alcohol.
Neutrales al almidón y azúcar
Alcalinos a las frutas, verduras, legumbres y nueces.
Problemas con esta idea
Para empezar nuestro cuerpo NO tiene un único pH. Nuestro estómago es el lugar más ácido de nuestro cuerpo (y no me refiero a que sea sarcàstico), su pH oscila entre el 1.35 y 3.5 esto tiene por finalidad ayudar en la digestión del alimento y protegernos de algunos agentes microbianos. El estómago debe tener una capa protectora alcalina para que el tejido no se dañe.
Nuestra piel es también un poco ácida, tiene un pH entre 4 – 6.5, también para ayudarnos a reducir un poco la carga microbiana que tenemos. Nuestra sangre tiene un pH más o menos de 7.4. Los músculos están alrededor del 6.1.
Hasta ahora el único parámetro que sabemos que se modifica en pH en consecuencia de lo que consumimos es el pH de la orina. Sin embargo, en un estudio realizado a lo largo de cinco años que buscaba una relación entre el pH de la orina y la pérdida de densidad ósea o potenciales fracturas no encontró una correlación.
De hecho el rango de pH en el que las células de nuestro cuerpo trabajan bien es muy justo, si la dieta o algún otro agente modificara nuestro pH en distintos lugares podría derivar en daño en órganos o hasta la muerte.
¿Cómo se regula el cuerpo en pH?
El cuerpo tiene algunas vías para mantenerse regulado en este sentido. Una de las maneras que tiene el cuerpo de liberarse de una de las moléculas que más forma ácido en nuestro cuerpo es mediante la respiración. La exhalación más propiamente hablando, porque en la exhalación liberamos CO2.
Otra ruta muy importante son nuestros riñones, que básicamente extraen sustancias que tenemos exceso y las liberan en la orina… por eso la orina sí es sensible a cambios de pH.
En general nuestro cuerpo es razonablemente bueno manteniendo homeóstasis, que son mecanismos de autorregulación de las distintas variables en nuestro cuerpo. Cuando esto falla, hay enfermedad. Parte de este balance significa que a través de nuestro sistema circulatorio, los compuestos que tenemos “en exceso” se mandan a los riñones.
¿Y los suplementos?
Al inicio mencioné cosas como calcio, magnesio, potasio… no hay que confundir algunos conceptos. Hay gente con problemas de osteoporosis a quienes les recetan vitamina D o ciertos suplementos alimenticios. Estos tienen por objetivo ayudar a la fijación apropiada de las sustancias en el intestino. Esto se hace de manera dosificada y bajo recomendación médica.
De hecho hay un meta análisis que muestra que el balance de calcio se mantiene y mejora con fosfato, lo cual es completamente contrario a lo que apoyan quienes hablan de la dieta alcalina.
Por otro lado, encontré que hay cierta discusión sobre si la quimioterapia puede ser más efectiva en ciertas condiciones de pH, pero por lo que vi NO hay en este momento, evidencia que respalde la idea de que una dieta de este tipo evite enfermedades como el cáncer. Hay un estudio que se hizo en el 2005 en Finlandia a 27,000 hombres y lo que encontraron es que un pH ácido no aumenta los riesgos de padecer cáncer de vejiga.
Sí encontré análisis en problemas específicos, por ejemplo hay un problema llamado acidosis metabólica en niños que inhibe la producción de hormona del crecimiento, que al parecer mejora con la ingesta de citrato de potasio, o el consumo de citrato de potasio en el caso de mujeres en periodo menopáusico. También hay análisis de casos con personas que tienen problemas renales y en consecuencia pierden volumen muscular, y mejoran con ingesta de suplementos. De manera que si me preguntas a mì… si tienes algùn problema de este tipo lo conducente es acercarte a un médico y un nutriólogo para que analicen tu caso.
Lo que sí sabemos con certeza y confianza, es que comer frutas y verduras tiene efectos positivos generales en nuestra salud. Es el argumento en el que se sustenta la “dieta alcalina”, el que tiene algunos problemas.
Agua alcalina
Específicamente sobre el tema del agua alcalina… como ya mencioné antes, la parte más ácida de nuestro cuerpo es el estómago así que lo que sucede cuando ingieres agua alcalina es que se neutraliza en el estómago y cualquier cosa que te digan que haga por el resto de tu cuerpo por ser alcalina, no va a suceder…
Sin embargo, justo porque se neutraliza en el estómago, SÍ hay análisis en los que se menciona que el agua alcalina con un pH de 8.8 ayuda a reducir la acidez estomacal… y ya, hasta ahí llega el efecto del agua alcalina. Bueno… también es más cara…
En general si tienes un problema de riñones, yo no sería de la idea de hacer pruebas con agua alcalina… mejor habla con tu médico y tu nutriólogo para que te ayuden a encontrar soluciones específicas para ti.
Referencias:
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Schwalfenberg, Gerry. (2012). The Alkaline Diet: Is There Evidence That an Alkaline pH Diet Benefits Health?. Journal of environmental and public health. 2012. 10.1155/2012/727630.
Wright, M.E., Michaud, D.S., Pietinen, P. et al. Estimated Urine pH and Bladder Cancer Risk in a Cohort of Male Smokers (Finland)*. Cancer Causes Control 16, 1117–1123 (2005). https://doi.org/10.1007/s10552-005-0348-9
Canales iónicos permiten que las bacterias resistan la acidez estomacal. (n.d.). Retrieved from https://www.hhmi.org/news/canales-i-nicos-permiten-que-las-bacterias-resistan-la-acidez-estomacal
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Bradley Gordon, calcium antacid tablet bottle; https://www.flickr.com/photos/icanchangethisright/4712661500
