Algunas mujeres evitan tener su periodo, ¿es seguro?
Hace tiempo una amiga me explicaba que por una condición que tiene le recetaron un medicamento que debía tomar sin interrupción por 6 meses y durante ese tiempo no tendría un solo periodo menstrual.
Pero, ¿sabías que hay mucha gente que sin una condición médica que lo requiera evita pasar por sus periodos menstruales?
¿Hacer esto es bueno para su salud?
Hola, soy Cinthia Reyes y en este canal exploramos evidencia científica que nos permita responder preguntas cotidianas relacionadas con nuestra salud y bienestar. ¡Suscríbete!
Pasar por un periodo menstrual no es agradable… y ni siquiera me refiero a los casos extremos que sufren personas con endometriosis o hemofilia… sí, sí hay mujeres que sufren de hemofilia…
Por ejemplo, en este estudio en el que participaron más de 42 mil mujeres en Estados Unidos, se identificó que el síntoma más común que sufre alrededor del 85% de las mujeres es el dolor uterino, 77 % manifestaron molestias psicológicas, 71 % reportó cansancio y el 38% de las mujeres dijo no poder realizar todas sus actividades diarias habituales.
Ahora, es posible que algunas mujeres de manera espontánea no pasen por su periodo menstrual, a esto se le llama amenorrea. Por ejemplo, las mujeres embarazadas dejan de tener varios periodos de forma consecutiva pero hay otras circunstancias que pueden derivar en esto como tener un peso demasiado bajo o sufrir desórdenes alimenticios, un nivel de estrés excesivo, síndrome poliquístico, tumores pituitarios, etc.
Pero más allá de este tipo de circunstancias, es posible detener intencionalmente el periodo y de hecho hay profesionales que potencialmente lo hacen con alguna regularidad como astronautas, personal militar, bomberas, personal hospitalario en área de emergencias. Estas personas no siempre pueden tener control del ambiente en que se encuentran, no saben si tendrán suficiente agua disponible para su aseo o si se les requerirá en turnos de trabajo desafiantes.
Cabe aclarar, que así como en el caso de mi amiga de la que hablé al inicio del video, hay mujeres que sufren de endometriosis, fibromas o sangrado abundante, a quienes se les recomienda evitar su periodo por medios farmacológicos, esperando mejorar algún aspecto de su salud.
De hecho, curiosamente resulta que la primera pastilla de control natal aprobada en Estados Unidos, Enovid, allá en 1957… originalmente no se aprobó como control natal, sino como medicamento para regular la menstruación e infertilidad. Pasaron años antes de que se aprobara su anticonceptivo.
Y efectivamente, las pastillas anticonceptivas son aún hoy, el método farmacológico más usado para evitar la menstruación.
Como platicamos en este video, durante todo el ciclo menstrual hay diversas hormonas que controlan la maduración y descenso del óvulo… pero cuando se toman medicamentos anticonceptivos, en lugar de experimentar estas fluctuaciones hormonales, te mantienes en la misma etapa del ciclo todos los días.
Esto evita que se libere el óvulo y que haya embarazo.
Estrictamente hablando, quienes en aquel entonces tomaban Enovid no tenían necesidad médica de sangrar porque no había ocurrido el ciclo ordinario… pero como las usuarias querían estar seguras de no estar embarazadas, la práctica recomendada era tomar la píldora por 21 días consecutivos y luego descansar 7. En este descanso ocurre algo que se llama «hemorragia por privación», que es la respuesta del cuerpo al dejar de tomar las píldoras hormonales.
Este sangrado, técnicamente no es una menstruación porque nunca descendió un óvulo.
El sangrado por privación también ocurre al cambiar de píldora, anillo o parche, o al cambiar de marca o tipo de anticonceptivo.
Lo que sucede cuando se deja de tomar anticonceptivos hormonales o cambiar su horario habitual, es que ocurre una variación en los niveles hormonales del cuerpo y esto desencadena el sangrado.
Dado que ocurren cosas distintas en el cuerpo en un ciclo ordinario y en este tipo de sangrado, esta “hemorragia por privación” suele ser más ligera que el periodo.
Por otro lado, en los ciclos que transcurren de manera ordinaria, el endometrio se engrosa por la influencia del estrógeno… cuando no hay embarazo es importante que se desprenda este tejido para prevenir la acumulación anormal.
Regresemos a la pregunta original, ¿suspender la menstruación es seguro?
Desde hace décadas, la evidencia ha mostrado consistentemente que los anticonceptivos que contienen estrógeno y distintos tipos de progestinas aumentan el riesgo de coágulos sanguíneos, especialmente trombosis venosa profunda en las piernas y embolia pulmonar, en los pulmones.
El aumento del riesgo se atribuye principalmente al estrógeno que de alguna manera influye en el hígado, elevando los niveles de factores de coagulación en la sangre y haciéndola más propensa a la coagulación. Aunque dependiendo del tipo de progestina parece que el riesgo puede ser mayor o menor.
Lo cierto es que todo el proceso de coagulación es bastante complejo y todavía no se conoce de manera clara el mecanismo por el cual distintos anticonceptivos se asocian con un mayor riesgo de formación de coágulos sanguíneos.
En este meta análisis se analizó la información de 17 estudios sobre el tema y se identificó que los anticonceptivos más recientes como desogestrel combinado con etinilestradiol, se asocian con un mayor riesgo de desarrollo de coágulos sanguíneos comparado con otros anticonceptivos que contienen la misma cantidad de estrógeno.
Para darte una idea del nivel de riesgo. En este estudio viejito se estimaba el riesgo absoluto en solo 10 entre 10 mil mujeres.
Cabe aclarar también que hay estudios que sugieren que el riesgo aumenta significativamente en mujeres que tienen un historial familiar de tromboembolismo venoso.
Y quizás te preguntes, si se conoce un riesgo que atenta contra la vida… ¿cómo es que se sigue utilizando este tipo de medicamentos?
El argumento más fuerte a favor del uso de estos anticonceptivos está en la alternativa…
de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud, cada día en 2023 fallecieron alrededor de 700 mujeres por causas prevenibles relacionadas con el embarazo y parto. Esto es una mujer cada 2 minutos… y eso que entre el 2000 y el 2023 el número de fallecimientos bajó un 40 %.
Esto por supuesto que varía de país en país y qué tan universal es el acceso a un sistema de salud razonable en donde vives.
Por otro lado, y aclarando de nuevo que no todos los anticonceptivos son iguales.
Los anticonceptivos con estrógeno y progestina, asociados con riesgos de coágulos sanguíneos, no sólo no parecen estar asociados con debilidad ósea o un aumento de riesgo de fracturas en mujeres premenopáusicas, de hecho parecen ayudar a mejorar la densidad ósea.
De hecho platicamos de eso y de cómo pueden algunos medicamentos mejorar la experiencia de las mujeres durante la perimenopausia en este video.
Pero… una cosa es recibir estrógeno en una edad madura y otra es recibir medicamentos que influyen en los ciclos hormonales durante la adolescencia. En este caso es posible que haya un efecto negativo en la densidad ósea…
Otros anticonceptivos como el DMPA, que se inyecta, se asocian con pérdida de densidad ósea si se usan entre los 19 y los 24 años.
Este es un factor que el ginecólogo seguramente tomará en cuenta al recomendar el tipo de anticonceptivo… es posible que el efecto sea parcialmente reversible al cambiar de anticonceptivo pero el historial familiar es importante. También es posible que tu ginecólogo considere que tu mejor alternativa sea una no hormonal como el dispositivo intrauterino, que para fines de este video, NO interrumpe la menstruación.
El sistema inmunológico de algunas mujeres también puede verse alterado por el uso de anticonceptivos hormonales.
No sucede a todas las mujeres, no sucede igual con todos los medicamentos.
Algunas mujeres presentan signos de inflamación crónica y podrían aumentar su riesgo a sufrir de enfermedades como Lupus eritematoso sistémico, la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.
No encontré una estimación de qué tanto aumenta el riesgo en la población general por lo que interpreto que quizás sea mínimo… es decir, asumo que la existencia de pocos datos es un indicio… pero sí encontré que este punto es relevante tomar en cuenta en mujeres con enfermedades autoinmunes preexistentes o factores de riesgo conocidos.
También se ha identificado que algunas mujeres parecen tener respuestas más exacerbadas a estresores cotidianos… su respuesta biológica se parece al de las personas que están sujetas a estrés crónico, como explicamos en este video.
Finalmente, aunque no hay una respuesta única, también es posible que distintos anticonceptivos aumenten el riesgo de desarrollar depresión.
Por ejemplo, este estudio observacional sugiere que a excepción de los anticonceptivos que sólo contienen progesterona… iniciar con anticonceptivos hormonales en el año subsecuente al parto en madres primerizas parece aumentar 1.49 veces el riesgo de depresión.
Estudios como este otro sugieren que el aumento de riesgo a depresión es mayor cuando se inicia con este tipo de anticonceptivos hormonales en la adolescencia y este efecto parece llegar a su máximo a los 6 meses de uso.
Pero los resultados aquí están un tanto mezclados, en este estudio que siguió a más de 23 mil mujeres se encontró lo opuesto. Que quienes usaron anticonceptivos con estradiol o etinilestradiol de hecho mostraban un menor riesgo de depresión.
Claramente tener una respuesta aquí es difícil porque para empezar no todos los anticonceptivos son iguales, ni tienen efectos sobre las mismas hormonas y por otro lado, tampoco tenemos todavía TANTA claridad de qué provoca o acentúa la depresión.
Entonces, ¿es seguro evitar el periodo?
Como decía al inicio, puede haber muy buenas razones para detener el periodo menstrual más allá de situaciones laborales, como sangrado uterino anormal y prolongado, sangrado menstrual abundante, menstruación dolorosa, endometriosis, fibromas uterinos y trastorno disfórico premenstrual
Es posible que la respuesta dependa en gran medida de tu historial familiar y en todo caso, tomar este tipo de medicamentos debería analizarse con profesionales de la salud que ayuden a definir las mejores y más seguras estrategias para ti.
Referencias:
Bachrach, L. K. (2020). Hormonal Contraception and Bone Health in Adolescents. Frontiers In Endocrinology, 11. https://doi.org/10.3389/fendo.2020.00603
Benagiano, G., Benagiano, M., Bianchi, P., D’Elios, M. M., & Brosens, I. (2019). Contraception in autoimmune diseases. Best Practice & Research Clinical Obstetrics & Gynaecology, 60, 111-123. https://doi.org/10.1016/j.bpobgyn.2019.05.003
Brajic, T. S., Goshtasebi, A., Goldberg, T. B., Berenson, A. B., & Prior, J. C. (2021). “The pill” suppresses adolescent bone growth, no matter the estrogen dose. Canadian Medical Association Journal, 193(50), E1922. https://doi.org/10.1503/cmaj.80396
Clinic, C. (2025, 22 abril). What To Know About Birth Control and Blood Clots. Cleveland Clinic. https://health.clevelandclinic.org/yes-your-birth-control-could-make-you-more-likely-to-have-a-blood-clot
Frederick, C. E., Edelman, A., Carlson, N. E., Rosenberg, K. D., & Jensen, J. T. (2011). Extended-use oral contraceptives and medically induced amenorrhea: attitudes, knowledge and prescribing habits of physicians. Contraception, 84(4), 384-389. https://doi.org/10.1016/j.contraception.2011.02.004
Hemofilia – Bleeding Disorders Foundation of North Carolina. (2022, 21 abril). Fundación de Trastornos Hemorrágicos de Carolina del Norte. https://bleedingdisordersnc.org/es/bleeding_disorders/hemophilia/
Jahanfar, S., Mortazavi, J., Lapidow, A., Cu, C., Abosy, J. A., Ciana, H., Morris, K., Steinfeldt, M., Maurer, O., Bohang, J., Oberoi, R. A., & Ali, M. (2024). Assessing the impact of hormonal contraceptive use on menstrual health among women of reproductive age – a systematic review. The European Journal Of Contraception & Reproductive Health Care, 29(5), 193-223. https://doi.org/10.1080/13625187.2024.2373143
Jain, V., & Wotring, V. E. (2016). Medically induced amenorrhea in female astronauts. Npj Microgravity, 2(1). https://doi.org/10.1038/npjmgrav.2016.8
Larsen, S. V., Ozenne, B., Mikkelsen, A. P., Liu, X., Madsen, K. B., Munk-Olsen, T., Lidegaard, Ø., & Frokjaer, V. G. (2025). Postpartum Hormonal Contraceptive Use and Risk of Depression. JAMA Network Open, 8(3), e252474. https://doi.org/10.1001/jamanetworkopen.2025.2474
Lidegaard, O., Nielsen, L. H., Skovlund, C. W., Skjeldestad, F. E., & Lokkegaard, E. (2011). Risk of venous thromboembolism from use of oral contraceptives containing different progestogens and oestrogen doses: Danish cohort study, 2001-9. BMJ, 343(oct25 4), d6423. https://doi.org/10.1136/bmj.d6423
Mayo Clinic. (2023, 9 febrero). Amenorrhea – Symptoms and causes. Recuperado 14 de junio de 2025, de https://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/amenorrhea/symptoms-causes/syc-20369299
Mengelkoch, S., Gassen, J., Slavich, G. M., & Hill, S. E. (2023). Hormonal contraceptive use is associated with differences in women’s inflammatory and psychological reactivity to an acute social stressor. Brain Behavior And Immunity, 115, 747-757. https://doi.org/10.1016/j.bbi.2023.10.033
Menstrual Suppression: Choosing Not to Have Your Period. (2012). Journal Of Midwifery & Women S Health, 57(6), 645-646. https://doi.org/10.1111/j.1542-2011.2012.00251.x
Nappi, C., Bifulco, G., Tommaselli, G. A., Gargano, V., & Di Carlo, C. (2012). Hormonal contraception and bone metabolism: a systematic review. Contraception, 86(6), 606-621. https://doi.org/10.1016/j.contraception.2012.04.009
Oedingen, C., Scholz, S., & Razum, O. (2018). Systematic review and meta-analysis of the association of combined oral contraceptives on the risk of venous thromboembolism: The role of the progestogen type and estrogen dose. Thrombosis Research, 165, 68-78. https://doi.org/10.1016/j.thromres.2018.03.005
Ricker, E. A., Goforth, C. W., Barrett, A. S., Deuster, P. A., & De la Motte, S. J. (2021). Female Military Officers Report a Desire for Menstrual Suppression During Military Training. Military Medicine, 186(Supplement_1), 775-783. https://doi.org/10.1093/milmed/usaa339
Schoep, M. E., Nieboer, T. E., Van Der Zanden, M., Braat, D. D., & Nap, A. W. (2019). The impact of menstrual symptoms on everyday life: a survey among 42,879 women. American Journal Of Obstetrics And Gynecology, 220(6), 569.e1-569.e7. https://doi.org/10.1016/j.ajog.2019.02.048
Skovlund, C. W., Mørch, L. S., Kessing, L. V., & Lidegaard, Ø. (2016). Association of Hormonal Contraception With Depression. JAMA Psychiatry, 73(11), 1154. https://doi.org/10.1001/jamapsychiatry.2016.2387
Taha, L. E., Musa, A. A., Khalifeh, D., Khalil, A., Abbasi, S., & Nassif, J. (2021). Efficacy of dienogest vs combined oral contraceptive on pain associated with endometriosis: Randomized clinical trial. European Journal Of Obstetrics & Gynecology And Reproductive Biology, 267, 205-212. https://doi.org/10.1016/j.ejogrb.2021.10.029
Toffol, E., Partonen, T., Heikinheimo, O., Latvala, A., But, A., & Haukka, J. (2023). Use of systemic hormonal contraception and depression: a nested case-control study. European Psychiatry, 66(S1), S82. https://doi.org/10.1192/j.eurpsy.2023.257
U.S. Medicine. (2020, 11 abril). Menstrual suppression could help deployed women avoid discomfort, inconvenience. https://www.usmedicine.com/agencies/department-of-defense-dod/menstrual-suppression-could-help-deployed-women-avoid-discomfort-inconvenience/
Van Hylckama Vlieg, A., Helmerhorst, F. M., Vandenbroucke, J. P., Doggen, C. J. M., & Rosendaal, F. R. (2009). The venous thrombotic risk of oral contraceptives, effects of oestrogen dose and progestogen type: results of the MEGA case-control study. BMJ, 339(aug13 2), b2921. https://doi.org/10.1136/bmj.b2921
White Junod, S. (1998). FDA’s Approval of the First Oral Contraceptive, Enovid. En U.S. Food & Drug Administration. Recuperado 14 de junio de 2025, de https://www.fda.gov/media/110456/download
Williams, W. V. (2017). Hormonal Contraception and the Development of Autoimmunity: A Review of the Literature. The Linacre Quarterly, 84(3), 275-295. https://doi.org/10.1080/00243639.2017.1360065
Withdrawal bleeding. (2025, 1 abril). Cleveland Clinic. Recuperado 14 de junio de 2025, de https://my.clevelandclinic.org/health/symptoms/withdrawal-bleeding
Wooltorton, E. (2005). Medroxyprogesterone acetate (Depo-Provera) and bone mineral density loss. Canadian Medical Association Journal, 172(6), 746. https://doi.org/10.1503/cmaj.050158
World Health Organization: WHO. (2025, 7 abril). Maternal mortality. https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/maternal-mortality
Zöller, B., Ohlsson, H., Sundquist, J., & Sundquist, K. (2015). Family history of venous thromboembolism is a risk factor for venous thromboembolism in combined oral contraceptive users: a nationwide case-control study. Thrombosis Journal, 13(1). https://doi.org/10.1186/s12959-015-0065-x