Para muchos… un descanso que trajo a la vida el uso del cubrebocas fue la suspensión del beso social. Te saluda alguien que poco conoces y de repente tienes un beso pintado en el rostro por el resto del día… o peor, entre las señales difusas de si el beso va a un lado u otro terminan casi besándote en la boca…
Hoy vamos a platicar del beso, desde cuándo sabemos que se hace, qué ideas existen respecto a por qué nos besamos, la química involucrada y datos curiosos sobre el tema.
El documento más antiguo que se ha encontrado que habla del beso son las vedas sánscritas de la India, que datan del 1500 A.C. Esto no significa que necesariamente en la India se diera el primer beso, solo es la referencia documental más antigua. Hay quien cree esta costumbre fue llevada de la India al Medio Oriente por el ejército de Alejandro Magno… de ahí se contagió en la Grecia Antigua y Roma, aunque la función que presumiblemente se asociaba al beso era una muestra de respeto: Los esclavos besaban las manos de sus amos como señal de sumisión. Los hombres de alta posición se besaban entre sí en la mejilla como saludo.
¿Cuál es el origen del beso?
Hay un par de ideas al respecto… por un lado es posible que sea un acto instintivo y por el otro es posible que sea un comportamiento aprendido.
Quienes apoyan la idea de que es un comportamiento instintivo señalan que los Bonobos y algunos otros animales parecen exhibir conducta del tipo como expresión de comodidad, afecto y unión… quienes critican esta idea dicen que si fuera instintivo absolutamente todos los humanos besuquearían y más o menos el 10 % de las culturas humanas no se besan, o al menos no lo han hecho hasta muy recientemente. Muchas poblaciones dentro del África subsahariana, Nueva Guinea y Amazonas están entre los grupos que no parecen besarse, ellos probablemente piensan que es super raro que hagamos este acto que intercambia saliva, pone en contacto mucosas y lenguas.
Quienes apoyan la idea de que el besar es una conducta aprendida, consideran que evolucionó de la regurgitación: esto es, una madre mastica la comida sólida y luego se la da de comer boca a boca a sus bebés, así se alimentan las aves, los lobos y muchos otros animales.
Qué dijeron cuando vieron el nombre del video: ¿que la profa se va a poner toda sensible y cursi? je
Hasta el nombre de la ciencia que estudia los besos suena poco romántico: filematología. philos en griego antiguo significa amor terrenal.
La regurgitación, como forma de alimentación no sólo ayuda a pre-digerir la comida, también establece lazos de unión e intimidad. Bajo esta lógica, no es muy difícil imaginar que esta forma de alimentar a tus bebés llevara a los besos y todo se interpretara como signo de afecto.
A partir de ahí, presumiblemente, la gente se dio cuenta de que chupar cara de alguien más se sentía bien. Nuestros labios y lenguas están repletos de terminales nerviosas que encienden nuestros receptores cerebrales. El córtex somatosensorial, que se extiende de un lado a otro del cerebro, tiene una gran parte dedicada a captar las señales de los labios, la lengua, la nariz y las zonas de las mejillas alrededor de la boca.
Química del beso apasionado
Si un beso apasionado es realmente bueno, nuestras mejillas se ruborizan a medida que los vasos sanguíneos se expanden, nuestras pupilas se dilatan y nuestro ritmo cardíaco aumenta, bombeando más oxígeno al cerebro. De repente, estamos montando una ola de hormonas que nos hacen sentir bien: dopamina (que nos aporta sensaciones de placer), serotonina (que también regula las emociones), oxitocina (que fomenta los sentimientos de apego) y hasta adrenalina (que aumenta el ritmo cardíaco y prepara el cuerpo para la acción física)
Este coctel de neurotransmisores es el que provoca la famosa sensación de las mariposas en tu estómago.
Inclusive la testosterona de un hombre puede pasar a la boca de una mujer durante el beso, haciéndola más receptiva a hacer bebés y transmitir genes.
En los besos pueden intervenir diversos músculos faciales, siendo el orbicular de la boca el principal músculo esquelético implicado.. es el que hace que paremos la trompa. En los besos sencillos se utilizan tan sólo 2 músculos y se queman entre 2 y 3 calorías, mientras que en los besos apasionados pueden intervenir entre 23 y 34 músculos faciales y 112 músculos posturales. El acto de besar consume entre 5 y 26 calorías por minuto.
Durante el beso, las parejas intercambian en promedio unos 9 mL de agua, 0,7 mg de proteínas, 0,18 mg de compuestos orgánicos, 0,71 mg de diferentes grasas y 0,45 mg de cloruro de sodio. Durante un beso activo se pueden intercambiar entre 10 millones y 1000 millones de bacterias que representan 278 especies diferentes, aunque el 95% de estos organismos se clasifican como no patógenos para los individuos inmunológicamente competentes. Claro que sí se pueden transmitir varios organismos patológicos, virus infecciosos de las vías respiratorias superiores, el virus del herpes simple y el virus de Epstein-Barr, así como estreptococos patógenos, espiroquetas sifilíticas y la bacteria Mycobacterium tuberculosis.
Besar reduce el estrés y podría ayudarte a seleccionar la pareja correcta. Poner la carota justo frente a la de alguien más, le da mejor acceso a tu nariz para identificar los olores de la pareja potencial. Resulta que en varios fluidos corporales como la saliva, orina y sudor pueden detectarse partes de las cadenas pesadas de glicoproteínas. Esto sirve porque los vertebrados tienden a ser atraídos a parejas con estructuras de sistema inmunes diferentes a las suyas de manera que la descendencia tenga un sistema inmunitario lo más robusto posible.
En distintos animales hay conductas semejantes al beso aunque no necesariamente sea romántico.
Los alces y las ardillas se rozan las narices, los topos se frotan el hocico y las tortugas se golpean la cabeza. Los manatíes mordisquean a sus compañeros y las jirafas entrelazan sus cuellos. Un pez de Tailandia, llamado gourami besador, se toca los labios con otros, durante la alimentación o la lucha, o como señal de cortejo. En los primates, los más besucones son los chimpancés y los bonobos. Los bonobos, de manera mucho menos virtuosa que sus primos primates, besan con más frecuencia, prefiriendo la variedad francesa.
¿Por qué giramos la cabeza al besar en los labios?
Bueno, porque es la nariz nos estorba… y típicamente si la persona que inica el beso gira a un lado, nosotros correspondemos.
Había un estudio de 1996 que decía que los besos románticos se hacían hacia la derecha por un tema del lado predominante en que nuestras mamás nos alimentan de bebés, pero un artículo de 2017 identifica que en realidad es un tema de lateralidad. El sesgo hacia la derecha en el giro de la cabeza durante el beso es coherente con un sesgo similar en el giro de todo el cuerpo en los seres humanos. Incluso los fetos humanos prefieren girar la cabeza hacia la derecha durante las últimas semanas de gestación. Esta preferencia también la muestran los recién nacidos tanto de partos vaginales como de cesáreas y se mantiene durante los primeros seis meses de vida. Este sesgo en los bebés es más frecuente entre los hijos de dos padres diestros. Se trata de una de las primeras asimetrías conductuales en los seres humanos y posiblemente sirva para predecir si serás diestro o zurdo.
Finalmente te cuento que el récord mundial del beso de mayor duración lo tiene una pareja tailandesa que participó en un concurso con este objetivo el día de San Valentín de 2013 . Duraron en el beso más de 58 horas, tiempo en el que no podían ni siquiera separarse para ir al baño… lo que debió suponer hacer malabares que no me quiero ni imaginar… de hecho en papel es posible llegar a la luna en menos tiempo que el que duraron besándose…