Comida que da o quita el cáncer, mitos y realidades

El cáncer es una enfermedad aterradora pero para hacerlo aún peor, alrededor de este padecimiento rondan ideas que terminan desinformando cuando no se cuenta con el contexto completo. En algunos casos, quienes desinforman lo hacen con el objetivo de venderle cosas a la gente. En otros, se trata de personas bien intencionadas pero con cierta confusión en los conceptos.

Aclaremos algunos de estos datos.

Hola, soy Cinthia Reyes y en este canal exploramos evidencia científica que nos permita responder preguntas cotidianas relacionadas con nuestra salud y bienestar. ¡Suscríbete!

1. Una dieta alcalina evita el cáncer.

La idea detrás de esto es que las células cancerosas, como mecanismo para acelerar su reproducción, cambian su metabolismo por uno que provoca que el ambiente alrededor de ellas se vuelva ligeramente ácido. Esto que acabo de decir, tiene respaldo de evidencia científica y se llama efecto Warburg.

Sin embargo, la idea de la dieta o el agua alcalinas, aunque parten de esta idea que acabo de decir, argumentan una falacia sin sustento: que lo que ingerimos o bebemos modifica el nivel de acidez de todo nuestro cuerpo y por lo tanto, son una estrategia para combatir el cáncer. 

Es importante aclarar que para empezar distintas partes de nuestro cuerpo tienen diferente nivel de acidez, que por cierto se mide con una escala llamada pH.

El estómago, por ejemplo, contiene ácido clorhídrico lo que lo hace extremadamente ácido, con niveles de pH entre 1.5 y 2.0. Esta acidez es necesaria para descomponer los alimentos.

En contraste, la sangre humana es siempre ligeramente alcalina, con un pH de entre 7.35 y 7.45. De hecho cuando el nivel de acidez de la sangre se sale de este rango, puede llegar a ser mortal. ¿Cómo le hace el cuerpo para mantener el nivel de acidez justo que necesita en la sangre?

Una de las vías son los riñones, hacia donde se dirigen las sustancias ácidas para que sean excretadas por la orina. 

De manera que siendo estrictos, tu comida sí puede modificar el pH de algo: el de tu orina. 

Por ejemplo los alimentos cárnicos y ricos en proteínas, contienen aminoácidos que incluyen azufre y esto puede provocar que al metabolizar el alimento, se genere ácido sulfúrico que como el nombre sugiere, es ácido…lo que hace que tu orina sea temporalmente, un poco àcida.

No sólo la comida puede modificar el pH de la orina, también los medicamentos… pero insisto, el objetivo del cuerpo es que independientemente de qué comas o bebas, el pH de la sangre se mantenga estable.

El otro lugar donde recibimos ayuda para mantener esta estabilidad del pH en la sangre son los pulmones que ayudan a liberar compuestos volátiles como el CO2.

De manera que quien te venda agua alcalina, no puede venderte una manera de evitar el cáncer porque una cosa no tiene relación con la otra.

Ahora, entre las cosas útiles y rescatables que sugieren quienes promueven la dieta alcalina está el evitar alimentos altamente procesados y preferir alimentos integrales. Estas sugerencias sí tienen amplia evidencia científica de ser en general útiles para la salud como de hecho yo misma lo he mencionado en distintos videos.

2. Si eliminas el azúcar de tu dieta, las células de cáncer mueren de hambre

Decía antes que el metabolismo de las células cancerosas promueve que al exterior de ellas el ambiente sea más ácido. La razón es que este mecanismo que usan las células cancerosas les permite consumir glucosa rápidamente y tiene por subproducto un ácido.

Pero igual que sucede cuando la glucosa es escasa en nuestro cuerpo en general, hay evidencia como ésta que sugiere que las células cancerosas pueden cambiar su mecanismo metabólico para aprovechar también ácidos grasos, aminoácidos u otras sustancias.

Y aunque de hecho sí hay estudios que han sugerido que ciertos tipos de cáncer como el glioblastoma son particularmente dependientes de glucosa. Experimentalmente, me parece, que no existe evidencia contundente de que cambiar por ejemplo a una dieta Keto evite el crecimiento de estos tumores. Por el contrario, hay estudios que han encontrado que cambiar a una dieta keto no basta, como este.

Dicho lo anterior, siempre es posible que aparezca nueva evidencia y en cualquier caso, si a una persona su médico le recomienda cierto tipo de dieta, eso es algo entre el médico y su paciente.

Adicionalmente, preferir una dieta balanceada que no nos acerque a padecimientos como la diabetes tipo 2, es una magnìfica idea.

3. Comer alimentos calentados en el microondas causa cáncer

La idea detrás en este caso es que las microondas son un tipo de radiación y si calientas tu comida con radiación, entonces ha de quedar “radioactiva” y eso hace daño. Pero esto es una confusión de términos. 

Cuando hablamos de radiación por ejemplo ultravioleta no estamos hablando de radiación como la de Chernobyl.

Tanto la luz ultravioleta como las microondas forman parte del espectro electromagnético. En un extremo, donde de hecho tenemos menor energía tenemos las ondas de radio, y literalmente me estoy refiriendo a esas ondas que nos han permitido històricamente la radio, luego siguen las microondas y la luz infrarroja, estas dos sirven para calentar y no tienen energìa suficiente como para dañar el ADN de las células.

Si seguimos el espectro hacia el lado donde aumenta la energía nos encontramos con todos los colores de la luz visible. Enseguida está la luz ultravioleta, que sí… esta ya es capaz de dañar tejidos. Razón por la cual utilizamos protector solar.

Si seguimos en dirección al lado de mayor energía del espectro electromagnético llegamos a los rayos X, que nos permiten sacar radiografías y finalmente, los rayos gamma, los más peligrosos de todos.

Siendo estrictos, las microondas son menos intensas y nocivas que la luz de color rojo y nadie le tiene miedo a que una lucesita roja les provoque cáncer porque no se asocia con daño al ADN de las células.

Lo que sí puede ser nocivo aquí en realidad no es culpa del microondas, cuyo funcionamiento, por cierto, explico en este otro video.

Lo que puede ser nocivo de calentar alimentos en el microondas son las sustancias del empaque que utilizamos. Hay recipientes que contienen compuestos que pueden migrar a la comida cuando se calientan, como BPAs, ftalatos o microplásticos.

Este problema se resuelve utilizando envases adecuados para microondas como pueden ser de vidrio, cerámica, o aquellos etiquetados como seguros para microondas. No calientes tus alimentos en recipientes de un solo uso como los de yogur o crema, no fueron diseñados para eso.

4. La comida de orgánica reduce el riesgo de cáncer

El origen de esta idea es que los pesticidas que se utilizan en frutos y verduras aumentan el riesgo de cáncer y si se sustituyen éstos por pesticidas de origen “natural”, entonces se reduciría la incidencia de cáncer.

Pero en el mundo real no basta con que una idea suene lógica, debe evaluarse y hasta donde puedo ver, la evidencia es bastante mezclada.

Grandes análisis sistemáticos como este no identifican una relación clara entre la ingesta de alimentos orgánicos y un menor nivel de incidencias de cáncer.

Sin embargo, sí hay evidencia de que una mayor ingesta de fruta y vegetales, independientemente de si son orgánicos o no, reduce el riesgo de ciertos tipos de cáncer… como el de mama, el gástrico, pulmón, faringe, laringe y oral.

Cabe aclarar que no todo lo que sea de origen “natural” es inofensivo… Por ejemplo, en este otro video sobre el Pàrkinson, yo te platicaba de cierto pesticida de origen natural que está asociado con la aparición de este padecimiento.

Finalmente,

5. Ningún alimento es mágico

Aunque sì dije en el punto previo que el consumo de frutos y vegetales se ha encontrado en algunos estudios como factor reductor de riesgo de cáncer… e igualmente en diversos videos he platicado sobre algunos compuestos que encontramos por ejemplo en los berries y el brócoli, se asocian con menor riesgo de cáncer…

Nuestra vida es un conjunto de exposiciones a muy diversos factores y circunstancias, desde virus que modifican nuestra expresiòn genètica y aumentan el riesgo de sufrir càncer como el SARS-CoV2 o exposiciòn a compuestos diversos en el aire que respiramos, sòlo por mencionar un par de cosas… por lo que “poner toda nuestra fe” en un solo alimento probablemente sea poco realista.

Pero si tu interès es observar màs detalles de tu vida diaria para reducir el riesgo al càncer hay muchas cosas que se pueden hacer, platico algunas de ellas en este otro video.

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Referencias:

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