La transmisión de bacterias cotidiana, cómo reducirla

La transmisión de bacterias se da por muchas actividades cotidianas, desde el saludo hasta la contaminación cruzada potencial en los baños públicos. ¿Qué sabemos hasta ahora sobre estos temas?, ¿es verdad que somos más bacterias que células humanas?

En un saludo de manos convencional compartimos alrededor de 124 MILLONES de unidades formadoras de colonias bacterianas.

Si en lugar de saludar de mano haces “chócala”, se transmiten sólo alrededor del 40% de las bacterias que en el saludo de mano.

Si haces un saludo “de puños” se transmite menos del 10% de las bacterias que en el saludo de mano.

No, no me he inventado los números… y cuando digo 124 millones de UNIDADES formadoras de colonias bacterianas, ni siquiera se están contando “todas las bacterias”, sólo se cuentan las bacterias que todavía podrían reproducirse.

¿Debería preocuparme por la transmisión de bacterias?

(¿Es cierto eso que dicen de que los humanos somos más bacterias que células humanas?)

Quizás hayas escuchado alguna vez que los microbios que sobreviven dentro y alrededor de nuestro cuerpo son más numerosos que nuestras propias células, de hecho el número popular dice que hay 10 bacterias por cada célula humana… Si alguna vez dudaste de este dicho, déjame decirte que…. tenías razón, es exagerado.

Un análisis que encuentras en un artículo de acceso abierto publicado en el 2016 en la revista Plos Biology estima que para un hombre de 70 kilogramos el conteo de células en todo su cuerpo debe estar alrededor de las 3 x 10 ^ 13… eso es 30 billones de células. Este no es un estimado sencillo porque la densidad de tus pulmones no es la misma que la densidad de tus huesos, son células distintas y estructuras distintas las de los músculos que la de la grasa corporal…

En fín, en este artículo se aproxima que el número de bacterias de ese mismo sujeto de referencia deberían ser 3.8 x 10 ^ 13… o sea, 3 billones 800 000 millones de bacterias…

Así que no es una relación de 10 a 1, es más o menos 1 bacteria por 1 célula humana… así que en parte sí, somos un conjunto de bacterias andantes… 

Si por un momento se te ocurrió la idea: ah, entonces por eso no puedo bajar de peso… lamento desilusionarte, las bacterias en el mismo estimado pesarían “secas” alrededor de 200 gramos nada más…. lo más pesado de nuestro cuerpo en general son los huesos y músculos.

¿Dónde están todas esas bacterias?

¿Por qué no vivimos enfermos? ¿qué no se supone que para eso nos bañamos?

Para empezar, no todas las bacterias nos enferman. Muchas bacterias son de hecho necesarias para nuestros procesos digestivos y por eso la mayor parte de ellas se concentran en el colon. Por eso quizás ya te habías topado en alguna ocasión con comerciales de productos que dicen que ayudan a tu flora intestinal o a mantener una “microbiota saludable en tu intestino”… algunas de estas bacterias nos ayudan a sintetizar compuestos como la vitamina K2 o algunos tipos de vitamina B.

Hay bacterias que viven por ejemplo en la superficie de nuestra piel, que no nos ayudan pero tampoco nos enferman. Un caso muy concreto de este tipo lo comenté en el video sobre los anti transpirantes, en relación con el olor del sudor.

Con tantas bacterias involucradas en nuestra vida, resulta importante saber qué esperar de ellas… por eso ha habido iniciativas como el Proyecto Microbiota Humano que funcionó entre el 2007 y el 2016. Este proyecto tenía por objetivo secuenciar los genes de los microbios que típicamente viven en nuestra boca, piel, nariz, tracto digestivo, etc. Gracias a este proyecto, sabemos ahora que algunas bacterias de la boca se asocian con aterosclerosis y otros problemas cardiovasculares.

De hecho, justo a inicios del año pasado, en la revista Nature se publicaba que se acababan de encontrar casi 2000 especies nuevas de bacterias en los intestinos de los humanos que no habían sido identificadas previamente.

Entonces, ¿nos preocupamos o no?

Quizás ya no lo recuerdes, pero en este otro video hablé sobre las ventajas de cambiar a esponjas de silicón, justo por el tema de la transmisión de bacterias.

En el caso de nuestro cuerpo, se estima que una tercera parte de las bacterias que viajan con nosotros, al estar concentradas en el colon… se desechan, cuando el colon desecha… en el baño… y al menos me topé con un estudio del 2005 en el que dicen que un 49% de las bacterias desechadas quedan intactas.

Si algo hemos aprendido de los históricos eventos de epidemias coléricas, influenza y otros patógenos a lo largo de la historia, es que la higiene y la transmisión de patógenos, no deben ser ignorados.

A inicios del siglo XX, en plena revolución industrial, la esperanza de vida estaba debajo de los 50 años en casi todo el mundo donde tenemos datos.

Esperanza de vida a inicios del siglo XX
Esperanza de vida a inicios del siglo XX

Fue el descubrimiento de la penicilina, y su posterior purificación para producirle de manera masiva en 1945 lo que marca el inicio de la era de los antibióticos con los cuales comenzamos a defendernos de las bacterias patógenas. La esperanza de vida de acuerdo al CDC en los Estados Unidos en el 2017 se estimó en un promedio de 78.6 años.

Antes del descubrimiento de la penicilina, hay mucha literatura que apunta a que ya sabíamos que los procesos de lavado con jabón ayudaban a disminuir los contagios de enfermedades.

Hoy, aún contando con antibióticos la situación ideal es no necesitarlos y no abusar de su consumo. Por ello, los temas de higiene que permiten reducir la transmisión de bacterias siguen siendo importantes.

En algunos videos previos ya platiqué un poco sobre cómo funcionan los jabones para retirar la mugre (y no se me ha olvidado que todavía les debo un video sobre este tema)… pero un paso importante en el lavado al que a veces no damos tanta importancia es el secado. La transmisión de bacterias se facilita en superficies húmedas más que en superficies secas. De ahí que secarnos las manos después de lavarlas bien sea muy importante.

Transmisión de bacterias en el baño ¿Qué es mejor, toalla de tela, de papel, secador de aire?

Para saber qué método es el de menor transmisión de bacterias en el secado de manos, me baso en un artículo que hace a su vez un análisis de 12 estudios diferentes que ya habían sido publicados en revistas científicas. En estos 12 estudios, los investigadores analizaron la efectividad del tipo de secado con respecto a: velocidad de secado, nivel de secado, remoción de bacterias y prevención de contaminación cruzada.

Se compararon las siguientes opciones:

  • Secarse las manos con papel
  • Con toallas de tela
  • Con secadora de aire caliente, que pueden ser accionadas con un switch o un sensor de proximidad
  • Y un nuevo tipo de secadora que llaman “jet air dryier” que no calientan el aire, sino que lo hacen pasar por un filtro.

Eficiencia de secado

El método más eficiente de todos es: secado con toalla.

Después de 10 segundos de secado con toalla, la humedad remanente en la piel se redujo en los experimentos hasta el 4%, a los 15 segundos con la toalla, el secado lograba llegar hasta un 1% de humedad.

El secado con aire caliente requirió 45 segundos para bajar la humedad en la piel al 3%.

Secarse con papel o con las máquinas tipo “jet air dryer” el secado, a los 10 segundos baja la humedad en la piel al 10%.

PERO… hay que recalcar que también se tomaron la molestia de analizar algunos investigadores cuánto duraba la gente secándose las manos.

En promedio los hombres se secan por 3.5 segundos en toallas de tela y 17 segundos en secadoras de aire caliente.

Las mujeres se secan por 5.2 segundos en toallas de tela y 13.3 segundos en secadoras de aire caliente.

Y como ya les había platicado que las secadoras de aire caliente eran más lentas, realmente no son un método tan útil considerando el tiempo de secado que en promedio usan los hombres (según estos experimentos)… en cambio el secado con papel o toalla aún con tiempos reducidos, para ambos sexos puede alcanzar hasta un 90% de secado.

En término de conteo de bacterias, 

En uno de los estudios que se revisaron, lo que hicieron los investigadores fue aplicar un método para contar la cantidad de bacterias en las manos antes y después de utilizar toallas de papel, aire caliente y “jet air spryer”…

Las toallas de papel son las que reducen la mayor cantidad de bacterias que nos quedan en las manos.

Los secadores de aire caliente, no reducen… de hecho, aumentan el conteo de bacterias que tiene la gente.

Y las secadoras tipo “jet air”, también aumentan el conteo de bacterias, pero menos que los secadores de aire caliente.

Estos experimentos se hicieron con equipo nuevo, así que la razón por la que hay más bacterias después de usar los secadores… no es que los secadores estuvieran “contaminados”.

Pero en otro de los estudios de hecho resultó que el secador de aire caliente fue el más efectivo para retirar rotavirus (que son los que nos dan gripa), Escherichia colli… y aquí el peor método de todos era la toalla de tela.

Hay estudios donde no hay diferencia estadísticamente significativa entre los distintos métodos.

Hay estudios donde la fricción de las manos durante el secado de hecho aumenta el conteo de bacterias, otros que la toalla de papel es mejor en términos de fricción en los dedos para reducir las bacterias pero no en las palmas…

Ahora, sobre la contaminación cruzada…

Los baños públicos son lugares donde ocurre contaminación cruzada porque cuando le bajas: hay un flujo turbulento que deriva en que se alcance a esparcir fluido en forma de aerosol pudiendo alcanzar a moverse por un área de hasta 6 m^2, y este aerosol claro que puede contener bacterias patógenas. (Por eso hay que bajar la tapa antes de bajarle a la cadena, y también por eso hay quienes recomiendan no tener el cepillo de dientes siempre expuesto ahí en el lavabo).

En este caso, el secador de aire caliente parece ser el campeón… el campeón en dispersar bacterias, mientras que las toallas de papel no tienen ese problema.

Y habrá otras variables seguramente en casos específicos, dependiendo de si hay aire acondicionado en el lugar o no…

Notarán que no hay un acuerdo muy claro…. y así sucede a veces en la ciencia… empezando porque no todos los investigadores siguen el mismo protocolo.

Finalmente, la conclusión de quienes revisaron estos estudios, apunta a que la mayor cantidad de evidencia evaluada y disponible desde el punto de vista de transmisión de bacterias nos hace pensar que lo mejor es:

Secarnos las manos con toalla de papel.

Después de esta explicación espero que ya no te extrañe que en temas de prevención de enfermedades como lo hicimos también con la influenza y el coronavirus, se hable del lavado de manos frecuente.

Referencias

Almeida, A., Mitchell, A. L., Boland, M., Forster, S. C., Gloor, G. B., Tarkowska, A., . . . Finn, R. D. (2019, February 11). A new genomic blueprint of the human gut microbiota. Retrieved from https://www.nature.com/articles/s41586-019-0965-1

Ben-Amor, K., Heilig, H., Smidt, H., Vaughan, E. E., Abee, T., & De Vos, W. M. (2005, August). Genetic diversity of viable, injured, and dead fecal bacteria assessed by fluorescence-activated cell sorting and 16S rRNA gene analysis. Retrieved from https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1183343/

Huang, C., Ma, W., & Stack, S. (2012, August). The hygienic efficacy of different hand-drying methods: A review of the evidence. Retrieved from https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3538484/

Mela, Sara et al (2014) . The fist bump: A more hygienic alternative to the handshake American Journal of Infection Control, Volume 42, Issue 8, 916 – 917. Retrieved from https://www.ajicjournal.org/article/S0196-6553(14)00659-2/fulltext

Products – NHSR – Homepage. (2019, April 19). Retrieved from https://www.cdc.gov/nchs/products/nhsr.htm

Roser, M., Ortiz-Ospina, E., & Ritchie, H. (2013, May 23). Life Expectancy. Retrieved from https://ourworldindata.org/life-expectancy

Sender, R., Fuchs, S., & Milo, R. (n.d.). Revised Estimates for the Number of Human and Bacteria Cells in the Body. Retrieved from https://journals.plos.org/plosbiology/article?id=10.1371/journal.pbio.1002533

2 comentarios en “La transmisión de bacterias cotidiana, cómo reducirla

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *