5 CONSEJOS MÉDICOS desafiados por la EVIDENCIA

Lo que tendría que ocurrir es que los consejos médicos modernos se basen en evidencia científica… porque las recomendaciones pueden cambiar con el tiempo a la luz de nuevos conocimientos.

Hoy te voy a contar ideas que al menos algunos médicos han popularizado y han sido cuestionadas o inclusive demostradas erróneas.

Aclaro que el contenido de este video no pretende ser un consejo médico personalizado. Antes de tomar decisiones médicas, acude con un profesional de la salud, actualizado y competente.

  1. Alergia a los cacahuates

En el 2000, la Academia Americana de Pediatría recomendó retrasar la introducción del cacahuate hasta los 3 años de edad. Este consejo se basaba en la opinión de expertos y no en ensayos clínicos. En 2008, modificaron la recomendación, afirmando que la introducción de alimentos alergénicos «no debería retrasarse» pero no había datos contundentes todavía. 

En el 2015 se publica este ensayo clínico donde se siguió por años a dos grupos de bebés: en uno recibieron pequeñas dosis de alimentos que contenían cacahuates, mientras el otro lo evitó por completo. 

A los 5 años, habían desarrollado la alergia menos del 2 % de los niños que SÍ probaron los cacahuates y casi el 14 % del grupo que los evitó.

Ahora sabemos que los bebés sin antecedentes de trastornos alérgicos  pueden ser candidatos para probar mantequilla de maní entre los 4 y los 6 meses de edad. Insisto como dije antes, que antes de cualquier cosa es importante consultar con el médico.

Si aplica para tu familia entonces una manera de exponer al bebé al cacahuate es diluir un poquito de mantequilla de maní en agua o leche, le das a probar la punta de una cucharita y observas durante 15 o 20 minutos si hay señales de irritación en la piel. 

NUNCA le des a un bebé un cacahuate entero, porque se puede asfixiar

  1. Cirugía de rodilla

Especialmente entre gente que sufre osteoartritis, hay alta incidencia de desgarre de menisco en la rodilla. En muchos casos se recomienda directamente la cirugía. De hecho de acuerdo al artículo en el que me estoy basando, en el 2013 solo en Estados Unidos se operaban de la rodilla alrededor de 465,000 personas anualmente.

Lo interesante del estudio, es que de hecho separaron a pacientes voluntarios en dos grupos: pacientes que recibirían terapia física y pacientes que serían operados.

Los pacientes que harían terapia física podían decidir en conjunción con sus médicos ser operados y los pacientes destinados a ser operados, podían decidir no serlo.

El estudio hizo seguimiento a los 6 y 12 meses y el nivel de recuperación entre ambos grupos fue estadísticamente equiparable.

Cabe aclarar que el programa de terapia física consistió en tres fases y se diseñó para tratar la inflamación, la amplitud de movimiento y la fuerza muscular. Realizaron acondicionamiento aeróbico, por ejemplo en bicicleta, movilidad funcional, ejercicios de propiocepción (que son estos ejercicios en los que por ejemplo te acuestan en una pelotota y tienes que mantener el equilibrio)… en fin, era un programa de fisioterapia profesional… 

Así que la conclusión a la que llegaron es que la cirugía de rodilla no necesariamente es la única respuesta para todas las personas. Esto abona a una idea que te había contado en este otro video en el que comenté que ejercitar las rodillas, en lugar de dañarlas, es posible que las fortalezca.

  1. Reposo absoluto

Cuando se presenta un dolor agudo en la espalda una de las posibles recomendaciones que quizás obtenemos es: reposo absoluto, quizás colocar hielo y usar anti inflamatorios.

En términos generales, el reposo puede derivar en otros problemas. Los músculos pierden condición y tono, pueden aparecer problemas digestivos, como estreñimiento, y existe cierto riesgo de que se formen coágulos en las venas de la pelvis y las piernas.

El reposo prolongado en cama no favorece la salud mental ni la sensación de bienestar. La depresión, así como una mayor sensación de debilidad física y malestar, son comunes entre las personas confinadas en cama.

En este estudio se puso a prueba esta idea contra la noción de que muchos de los dolores de espalda son de origen “mecánico” y por lo tanto el movimiento es útil.

Los participantes fueron pacientes voluntarios, presentaban dolor agudo de espalda en una zona no específica y se les asignó aleatoriamente a uno de tres tratamientos:

  • reposo en cama durante dos días, (67 pacientes)
  • ejercicios de movilización de la espalda (52 pacientes), 
  • un grupo control al que les pidieron que mantuvieran sus actividades ordinarias según las toleraran (grupo de control; 67 pacientes). 

Se les evaluó a las 3 y 12 semanas de esta indicación.

Sorprendentemente, los que mejor se recuperaron fueron los del grupo control: a los que les dijeron que hicieran lo que pudieran como pudieran. Presentaron menor duración e intensidad del dolor, perdieron menos días laborales, lograron mejor flexión lumbar, y ellos mismos evaluaron mejor que los otros grupos su capacidad de trabajo.

De los tres grupos, el que tardó más en recuperarse fue al que se le pidió quedarse en cama.

Aclaro, otra vez, que el propósito de este video no es que no vayas al médico si te sientes mal… es importante tener revisión de parte de un profesional, inclusive puede considerarse urgente si además del dolor de espalda tienes fiebre, sufriste algún golpe, tienes problemas de vejiga o intestinos, percibes pérdida de fuerza en brazos o piernas o hay pérdida de peso inexplicable, entre otras cosas.

  1. ¿Abuso de los medicamentos contra la fiebre?

Tener fiebre es horrible, escalofrío, dolor de articulaciones, malestar generalizado…

muchos de nosotros ni siquiera le preguntamos al médico, cuando te sientes mal, te tomas un paracetamol…

pero la fiebre en sí no es una enfermedad sino un síntoma de tu cuerpo y puede generarse como parte del mecanismo de defensa del organismo…

En condiciones normales, nuestro cuerpo tiene varias formas de mantener una temperatura corporal normal. Los órganos que ayudan a regular la temperatura son el cerebro, la piel, los músculos y los vasos sanguíneos. Respondemos a cambios de temperatura externos 

Aumentando o disminuyendo la producción de sudor

Alejando o acercando la sangre a la superficie de la piel a través de la vasodilatación

Eliminando o reteniendo agua en el cuerpo

Buscando un ambiente más fresco o más cálido

Hablamos de fiebre cuando la temperatura en nuestro cuerpo es de 38 Celsius y puede deberse a que temporalmente nuestro cuerpo ha reajustado su termostato a una temperatura más alta. 

Me atrevería a decir que en este punto de la lista probablemente aún no existe un consenso absoluto, pero hay expertos que proponen que la fiebre tiene un propósito útil. 

Mientras sufrimos fiebre es esperable que nuestro cuerpo: 

  • Produzca unas sustancias llamadas citoquinas y mediadores. Se producen en respuesta a la invasión de un microorganismo, un tumor u otro intruso.
  • Produzca más macrófagos, que son células de nuestro sistema inmunológico que literalmente devoran organismos invasores.
  • Se ocupe tratando de producir anticuerpos que reconocerán la infección la próxima vez que intente invadirnos… aunque cabe aclarar que los anticuerpos no tienen vida infinita.

También es esperable que esta temperatura represente un estresor para los patógenos e inhiba su reproducción. No somos los únicos mamíferos que sufrimos de fiebre como respuesta del sistema inmunológico, es un rasgo evolutivo que compartimos… inclusive algunos peces y lagartos buscan áreas de mayor temperatura cuando enferman.

Así que… quizás no siempre sea “tan útil” tomar paracetamol.

Otra posible causa de la fiebre es el hecho de que muchas bacterias están encerradas en una membrana. Cuando esta membrana se rompe, su contenido puede ser tóxico para el organismo y provocar un aumento de la temperatura del cerebro. 

Por otro lado, quienes cuestionan la “utilidad” de la fiebre refieren que este mecanismo tiene un alto costo metabólico… necesitas más energía de lo normal para mantener una mayor temperatura. Eso no siempre va a ser deseable en todo tipo de paciente. 

Además, el aumento de temperatura es útil especialmente de manera localizada donde sea que se esté combatiendo la infección… y esto no siempre es “todo el cuerpo”. 

Aparte de la temperatura, hay otros estresores sobre los patógenos, desde aumento de acidez local hasta privación de nutrientes… o sea que hay alternativas a sufrir la fiebre…

¿Esto significa que si tienes fiebre no le hagas caso y no vayas al médico y no hagas nada?

No

Si te sientes mal, hay que acudir con un médico competente y cuyo trabajo podamos pensar que se basa en evidencia científica actualizada. Nuestras circunstancias personales, desde la edad hasta condiciones pre existentes son importantes. La fiebre aún moderada puede ser peligrosa para personas con trastorno cardíaco o pulmonar, ya que la fiebre provoca un aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria. La fiebre también puede empeorar el estado mental en personas con demencia.

Temperatura arriba de 40° C  es peligrosa, inclusive puede derivar en daño o fallo de órganos. 

Una fiebre puede ser indicativo, no sólo de infecciones, también de reacción a medicamentos o vacunas, golpe de calor, transfusión sanguínea, trastornos cerebrales, algunos tipos de cáncer o algunas enfermedades autoinmunes

De acuerdo a diversas guías públicas, es importante acudir al médico si la fiebre es alta, o si además de la fiebre se presentan otros síntomas, condiciones pre existentes, confusión mental, aparición de síntomas en la piel, dificultad respiratoria, entre otros.

Y en estos tiempos, si tienes razones para pensar que tu enfermedad sea infecciosa por aerosoles, como la gripa, influenza o covid, utilizar cubrebocas de alta eficiencia y aislarnos para cuidar a los demás es muy importante… especialmente porque cada vez son menos útiles las pruebas rápidas para distinguir entre estas enfermedades.

  1. ¿Beneficios de enfermarse?

Hay quienes sostienen que el tiempo que la política de salud pública se inclinó por tomar precauciones contra la pandemia más reciente es la causa de que subsecuentemente la gente enfermara más y que por lo tanto lo conducente es exponerse a patógenos.

Sabemos que los recién nacidos no tienen anticuerpos para varias enfermedades hasta que son expuestos a ellas… por lo que pudiera ser que para ciertas enfermedades tenga parcial sentido pensar que es un “beneficio” que un bebé se exponga a cierta enfermedad…

Por otro lado, también sabemos que la inmunidad a distintos patógenos varía en el tiempo. Por ejemplo la inmunidad contra COVID parece que comienza a declinar en cuestión de semanas o meses dependiendo de distintos factores mientras que por ejemplo la viruela posiblemente dé inmunidad vitalicia. 

Pero en todo caso, el proceso de una infección en nuestro cuerpo viene con diversos costos

Para lograr la movilización de leucocitos y la producción de una variedad de proteínas que nos ayudan a defendernos… ocurre una reducción de la producción de glóbulos rojos y se debe sacrificar músculo y grasa para tomar sus componentes. Se reasignan nuestros recursos para preservar nuestra vida…

Se ha debatido ampliamente que la falta de fuerzas que experimentamos durante una fase aguda de enfermedad, así como la falta de hambre tengan aspectos positivos.

La aparición de la fiebre en sí, el punto anterior, consume aproximadamente un 20% más de energía que la que utilizamos normalmente.

Nuestro propio sistema inmunológico puede dañar tejidos de nuestro cuerpo… por ejemplo, la famosa tormenta de citoquinas de la que escuchábamos al inicio de la pandemia por covid era nuestro sistema inmunológico dañando la parte interna de los pulmones…

En estudios como éste que de hecho es de 1998, ya se identificaba entre los efectos importantes de una infección, desgaste del músculo estriado, degradación de las enzimas metabólicas relacionadas con el rendimiento y deterioro de la función circulatoria central. 

Esto se ve reflejado en una disminución del rendimiento muscular y aeróbico. Concluyen que la recuperación total después de una infección puede requerir de varias semanas a meses.

Además, obviamente los patógenos no llegan para hacernos favores…  una sola bacteria puede liberar hasta 100 proteínas diferentes con distintas formas de afectación en una sola célula nuestra.

Por si lo anterior no fuera suficiente, el proceso de reparación de nuestros tejidos que han sido dañados no necesariamente resulta en un tejido igualmente funcional. Análogo a cuando te cortas superficialmente la piel y te queda una cicatriz, el daño en nuestros tejidos puede implicar la formación de tejido cicatrizante que no es funcionalmente igual al original… esa es una de las razones por las cuales, mucha gente que ha sufrido COVID tiene una capacidad respiratoria reducida.

Una cicatriz en el corazón hace que éste lata un poco más débilmente. Una cicatriz en los pulmones dificulta la captación de oxígeno. Una cicatriz en otros órganos, puede reducir su capacidad.

¿Hay enfermedades más y menos nocivas? Claro… pero desde el punto de vista de la salud pública, la prevención es más económica y efectiva, tanto para los individuos como para la sociedad.

Cuídate y cuida a los demás.

Referencias

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