El estrés puede ayudarte a rendir mejor e inclusive, obtener mejores calificaciones, según distintas investigaciones.
Piensa en algún periodo en el que hayas experimentado un crecimiento personal o profesional sustancial, quizás cuando ese profesor exigente demandaba más de nuestro esfuerzo, cuando estabas iniciando tu emprendimiento, cuando estudiabas el posgrado y al mismo tiempo estabas cuidando de tu peque… Esos periodos probablemente estaban acompañados de dos cosas: un elemento que te importaba mucho y estrés.
Se han diseñado y evaluado diversas intervenciones que buscan educar a los participantes sobre aspectos positivos o útiles del estrés de manera que en lugar de tratar de evadir las situaciones estresantes, piensen en los beneficios que pueden obtener de ellas. Sorprendentemente, sí hay intervenciones que han logrado mejorar las respuestas psicológicas y fisiológicas al estrés.
Un estudio neurocientífico muestra cómo al reconocer concientemente el estrés, literalmente se modifica nuestra actividad neuronal. Se mostraron imágenes impactantes que despertaban emociones negativas a los participantes mientras se monitoreaba su cerebro. Cuando se les pidió que etiquetaran la emoción que invocaban las imágenes, la actividad neuronal se desplazó de la región de la amígdala, que es la sede de la emoción y el miedo, al córtex prefrontal que es donde pensamos de forma consciente y deliberada. En otras palabras, reconocer intencionadamente el estrés pareciera permitirnos detener la reacción visceral y elegir una respuesta más enriquecedora.
Mindfulness y otras técnicas que nos enseñan a poner atención a cómo nos sentimos pueden permitirnos identificar nuestras reacciones al estrés… ¿aumentó mi ritmo cardiaco?, ¿apreté algunos músculos?, ¿quiero correr a comer un antojo?
Ok… quizás no seamos tan malos para identificar el estrés en nuestro cuerpo, el siguiente paso parece ser CONVENCERNOS de que podemos aprovecharlo… al menos eso sugieren los siguientes estudios.
En este, se documenta un experimento de campo realizado con 339 estudiantes. Después de su primer examen académico, que se utilizó para tener contra qué comparar… se eligió aleatoriamente un subgrupo de estudiantes que formarían parte de un programa de “reevaluación del estrés”. El objetivo era que estos estudiantes pudieran optimizar sus respuestas afectivas, neuroendocrinas e inclusive sus resultados académicos.
La reevaluación del estrés informó a los individuos sobre los beneficios funcionales del estrés. La idea era que percibieran el estrés como menos amenazador y más como una herramienta para mejorar su rendimiento… y de hecho, los resultados sugieren que tras dicho aprendizaje, comparando su desempeño contra el grupo que no fue entrenado de ninguna manera: ellos mostraron menor ansiedad durante sus exámenes de matemáticas, obtuvieron mejores resultados académicos, persistieron en sus cursos más tiempo e inclusive durante los días de evaluación menos cortisol,
¿por qué es bueno esto? porque como te conté en este otro video, la liberación continua de esta hormona se asocia en el largo plazo con envejecimiento prematuro, con que el sistema inmunológico no reproduzca el número habitual de células, con interferencias en nuestros patrones de sueño o encogimiento del hipocampo y en general, la mayoría de las cosas que consideramos como los efectos negativos del estrés.
nature-estres.jpg
En este otro artículo se documenta el resultado de haber preparado mediante un curso en línea a más de 4000 estudiantes de secundaria y bachillerato en dos áreas, conjuntamente:
por un lado se les orientaba bajo la idea de que la habilidad intelectual, musical o atlética puede desarrollarse con esfuerzo, estrategias efectivas y el apoyo de otros. A esto se le llama growth mindset o mentalidad de crecimiento…
y por otro lado, se les explicó que la respuesta fisiológica al estrés puede ser positiva porque estos cambios movilizan energía y llevan sangre oxigenada al cerebro y los tejidos… pero además se les dijo que una vez que se entiende el propósito de estos cambios, puede “controlarse” porque se puede ELEGIR aprovechar esta mayor capacidad de rendimiento.
La intervención se evaluó con 6 experimentos distintos donde participaron segmentos diversos de los estudiantes previamente preparados. Los resultados de dichos experimentos muestran un descenso en los niveles de cortisol liberado, un mayor bienestar psicológico y mayor éxito académico al compararles con estudiantes que no recibieron ese curso en línea.
Para los autores del estudio, era muy importante que estas dos formas de pensar se integraran para ayudar a los jóvenes a gestionar mejor el estrés en el mundo real.
Si un adolescente cree que las dificultades promueven su aprendizaje, pero tiene una idea de que el estrés es perjudicial e incontrolable… al encontrarse en una situación donde se sienta estresado, podría preferir renunciar en lugar de buscar experiencias de aprendizaje valiosas solo porque le estresan.
Un adolescente que entienda que su respuesta de estrés psicofisiológico puede utilizarse como un recurso, pero que crea que es mejor evitar las dificultades, efectivamente hará lo posible por no ponerse en situaciones complicadas aunque le pudieran ofrecer oportunidades de aprendizaje.
Pero un adolescente que entiende que las dificultades y los retos le hacen crecer, y que el estrés puede ayudarle a lograr los objetivos. Puede darse más oportunidad de explorar situaciones valiosas.
Esta investigación buscaba identificar si hay beneficios al reinterpretar la sensación fisiológica del estrés. Los participantes se preparaban para presentar el examen de admisión estandarizado para posgrados en Estados Unidos. A algunos de los participantes se les indicó que la sensación del estrés mejoraba el rendimiento.
Resulta que aquellos estudiantes mentalizados en que el estrés mejora su rendimiento obtuvieron mejores resultados en la sección de matemáticas durante la preparación… y meses después, en el examen real, también superaron al grupo control.
Es posible que una razón detrás de estos resultados es que en la vida, muchos de nosotros asociamos esta sensación de estrés con la idea de que derivará en ansiedad y vamos a terminar obteniendo resultados pobres. Pero si te mentalizas diferente, puedes reaccionar a la situación como cuando se nos presenta un desafío.
Otro aspecto que se ha explorado mediante la re-evaluación del estrés son algunas situaciones de comunicación interpersonal. En este estudio se trabajó con individuos con y sin ansiedad social. Se esperaba que los participantes se desempeñaran mejor al ser instruidos sobre el estrés.
Se les dieron las siguientes instrucciones:
“En situaciones de estrés, como hablar en público, nuestro cuerpo reacciona de formas muy específicas. El aumento de la excitación que se puede sentir durante el estrés no es perjudicial. Al contrario, estas respuestas evolucionaron para ayudar a nuestros antepasados a sobrevivir llevando oxígeno a los lugares del cuerpo donde se necesita. Te animamos a que reinterpretes como benéficas las señales de tu cuerpo durante la próxima tarea que consiste en hablar en público.”
Después, se les dio a leer el resumen de tres artículos científicos que mostraban beneficios adaptativos del estrés en situaciones de rendimiento. Para pasar a la siguiente fase debían responder dos preguntas para validar que sí habían entendido lo leído.
Se les dio 3 minutos para preparar una exposición personal que hablara de sus fortalezas y debilidades. La presentación se grabaría y durante la grabación se presentaría ante dos evaluadores que debían dar señales no verbales de desaprobación constante: caras de incredulidad, ceño fruncido, etc.. Al concluir la exposición se les pedía a los participantes sin previo aviso que contaran de manera regresiva comenzando en el 996, restando 7 en cada ocasión mientras de nuevo, los evaluadores les daban retroalimentación no verbal desaprobatoria.
Las grabaciones fueron evaluadas por personas que no sabían si el participante había sido instruido para reevaluar su postura sobre el estrés o no… su trabajo era contar las señales no verbales de nerviosismo, ansiedad y evaluar qué tan bien habían realizado su exposición.
También se tomaron muestras de saliva de los participantes para poder medir una enzima que liberamos en situaciones de estrés.
Sorprendentemente, los participantes mostraron mejor desempeño cuando habían sido instruidos sobre los beneficios del estrés, aún tratándose del grupo de participantes con ansiedad social. La medición salivaria no encontró diferencia estadísticamente significativa entre los grupos de participantes.
En este otro estudio, los participantes fueron ubicados de manera aleatoria en 3 grupos, todos serían sometidos a un estímulo estresante. A uno de los grupos se le pedía intentar ignorar el estímulo, a otro grupo se le daba información semejante al artículo previo sobre como reinterpretar el estrés, y al grupo control no se le daba ninguna instrucción.
En este estudio el objetivo era medir la respuesta cardiovascular.
Lo que sabemos es que, tal como platicamos en el video sobre el estrés crónico, el eje HHS se activa y se dispara el estímulo de lucha o huída, con todos los cambios fisiológicos que ahí describimos.
Sin embargo, el grupo que había sido instruido para pensar que el estrés era útil en lugar de dañino, mostró una mejor eficiencia cardiaca y menor resistencia vascular. Esto significa que el comportamiento de su corazón y sistema vascular era más parecido al de una persona realizando ejercicio, lo cual entendemos como algo positivo, que al de una persona promedio sometida a estrés.
El estudio involucró solo a 113 participantes. No encontré estudios de seguimiento ni réplicas. Tampoco encontré evaluaciones a largo plazo como para darnos una idea de si este cambio de paradigma pudiera ayudar en temas de estrés crónico, pero no deja de ser interesante y quizás algo que finalmente, no perdemos nada con probar… si has notado, varias veces en este video he mencionado que se ha podido medir menor liberación de cortisol así que sí hay efectos físicos cuando cambiamos en qué esquema decidimos meter la idea de estar estresados.
Esta última investigación que te comparto hoy, sugiere que las personas que ven el estrés como algo debilitante tienden a reaccionar o de forma exagerada o insuficiente, mientras que quienes tienen una mentalidad del tipo «esto va a ser útil», no solo están más dispuestas a aprender a largo plazo, también están más dispuestas a buscar ayuda y retroalimentación… y sí, su liberación de cortisol también es más moderada… sólo cambiando cómo vemos nuestro estrés.
Referencias
Beltzer, M. L., Nock, M. K., Peters, B. J., & Jamieson, J. P. (2014). Rethinking butterflies: The affective, physiological, and performance effects of reappraising arousal during social evaluation. Emotion, 14(4), 761-768. https://doi.org/10.1037/a0036326
Crum, A. J., Salovey, P., & Achor, S. (2013). Rethinking stress: The role of mindsets in determining the stress response. Journal of Personality and Social Psychology, 104(4), 716-733. https://doi.org/10.1037/a0031201
Jamieson, J. P., Black, A., Pelaia, L. E., Gravelding, H., Gordils, J., & Reis, H. T. (2022). Reappraising stress arousal improves affective, neuroendocrine, and academic performance outcomes in community college classrooms. Journal of Experimental Psychology: General, 151(1), 197-212. https://doi.org/10.1037/xge0000893
Jamieson, J. P., Mendes, W. B., Blackstock, E., & Schmader, T. (2010). Turning the knots in your stomach into bows: Reappraising arousal improves performance on the GRE. Journal of Experimental Social Psychology, 46(1), 208-212. https://doi.org/10.1016/j.jesp.2009.08.015
Jamieson, J. P., Nock, M. K., & Mendes, W. B. (2012). Mind over matter: Reappraising arousal improves cardiovascular and cognitive responses to stress. Journal of Experimental Psychology: General, 141(3), 417-422. https://doi.org/10.1037/a0025719
*Lieberman, M. D., Eisenberger, N. I., Crockett, M. J., Tom, S. M., Pfeifer, J. H., & Way, B. M. (2007). Putting Feelings Into Words. Psychological Science, 18(5), 421-428. https://doi.org/10.1111/j.1467-9280.2007.01916.x
Yeager, D. S., Bryan, C. F., Gross, J. J., Murray, J. S., Cobb, D., Santos, P. A., Gravelding, H., Johnson, M., & Jamieson, J. P. (2022). A synergistic mindsets intervention protects adolescents from stress. Nature, 607(7919), 512-520. https://doi.org/10.1038/s41586-022-04907-7