¿Sufres ANSIEDAD? Causas, tratamientos NOVEDOSOS

¿Alguna vez has sentido que tu corazón late demasiado rápido, tienes dificultad para respirar o inclusive llegas a temer que te vas a desmayar? Si es así, es posible que estés experimentando ansiedad.

Muchos de nosotros hemos sentido sus incómodos efectos, quizás mientras respondías ese examen terrorífico que valía el 100% de tu calificación o esa vez que tuviste que hablar en público sobre un tema que no dominabas…o cuando empezaste a grabar videos para redes sociales con tal ayudar a otros a que pudieran aplicar algo de la ciencia en su vida cotidiana…

En lo ordinario, este tipo de sensaciones van y vienen en función de ciertos eventos que enfrentamos, pero no deberían interferir de manera significativa en nuestra vida cotidiana. Excepto que para algunas personas, estos episodios sí pueden ser excesivos o frecuentes a lo largo del tiempo… pueden ser intensos e inclusive debilitantes, puede convertirse en un trastorno generalizado de ansiedad…

En este video, hablaremos sobre lo que sabe de este transtorno, síntomas, tratamientos actuales y novedosos 

Según publicaba en su sitio la Organización Mundial de la Salud, antes de la pandemia por COVID, en 2019, 301 millones de personas en el mundo vivían con un trastorno de ansiedad, incluidos 58 millones de niños y adolescentes.

Existen varios tipos de trastornos de ansiedad, como el trastorno de ansiedad generalizada (caracterizado por una preocupación excesiva), el trastorno de pánico, el trastorno de ansiedad social, el trastorno de ansiedad por separación y otros.

Los síntomas generales pueden incluir: pensamientos o creencias ansiosas difíciles de controlar; inquietud o nerviosismo; problemas de concentración; dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido; fatiga; irritabilidad; dolor de cabeza, musculares, de estómago o inexplicables, dificultad para controlar los sentimientos de preocupación.

Y aunque no lo encontré listado como síntoma común de la población con problemas de ansiedad… en los análisis realizados en poblaciones de personas con vejiga hiperactiva o incontinencia urinaria, casi la mitad de personas con esos padecimientos, presentan síntomas de ansiedad, casi una cuarta parte de ellos de hecho presentan ansiedad de moderada a grave.

(Si me preguntan a mi, yo creo que sí es importante que la gente tenga permiso de ir al baño cuando hace examen)

Ataques de pánico

Los ataques de pánico son períodos repentinos de miedo intenso, malestar o sensación de pérdida de control. Estos eventos pueden ir acompañados de sensaciones físicas como palpitaciones fuertes o aceleradas, sudoración, temblor u hormigueo en extremidades, dolor en el pecho, una sensación de fatalidad inminente…

Puede llegar a suceder que la persona que sufre un ataque de pánico, ni siquiera pueda identificar fácilmente qué pudo ser el disparador. 

Hay quienes llegan a sufrir este tipo de eventos varias veces en el día mientras que a otras les ocurre, algunas veces al año.

Es posible sufrir un ataque de pánico aunque no se padezca de un desorden generalizado de ansiedad.

Trastorno de ansiedad social

El trastorno de ansiedad social es un miedo intenso y persistente a ser observado y juzgado por los demás. Para algunas personas, este miedo puede suponer un obstáculo a la hora de ir a trabajar, ir a la escuela o hacer cosas cotidianas.

Trastornos relacionados con las fobias

Una fobia es un miedo intenso, desproporcionado, o una aversión a determinados objetos o situaciones.

Hay fobias específicas, como el miedo a: volar, las alturas, animales específicos -como arañas, perros o serpientes-, a recibir inyecciones, a la sangre u otros.

Así como dijimos en el video sobre la depresión que todavía no hay una respuesta contundente de por qué sufrimos de depresión, tampoco hay una respuesta inequívoca de la causa de los desórdenes de ansiedad. Es probable que influya una combinación de factores como:

El estrés y riesgos laborales. Otros padecimientos como la depresión, la diabetes o problemas de tiroides. 

Algunos desórdenes de ansiedad pueden ser relacionados con experiencias traumáticas en la niñez. Hay sustancias que consumimos que parecen empeorar los problemas de la ansiedad como la cafeína, aunque distintas personas reaccionan de manera diferente a ella. 

También parece haber cierto componente genético. Hay un estudio que identificó 26 genes de riesgo cuya expresión se asoció con la ansiedad.

Es posible que haya razones evolutivas para que al menos ciertas fobias sean pasadas de generación a generación en nuestro ADN para ayudarnos a sobrevivir

Hay un estudio experimental en el que se entrenó a un grupo de ratones machos a sentir miedo al percibir un olor parecido al de las cerezas. Los investigadores liberaban un compuesto con este olor en la pequeña cámara donde se encontraban los ratones mientras recibían descargas eléctricas… pobrecitos.

Los ratoncitos aprendieron a asociar este olor que se liberaba intencionalmente en la cámara con dolor físico.

Cuando estos ratones tuvieron descendientes, aunque dicha descendencia no hubiera sido expuesta a descargas eléctricas, mostraban señales físicas de miedo al percibir el mismo aroma.

El fenómeno podía identificarse aún en los nietos de los ratones originales. Estas respuestas de miedo en los ratones… aparentemente iban acompañadas de cambios en las estructuras cerebrales que procesan los olores. Los ratones sensibilizados al aroma, mediante esta traumática experiencia, y sus descendientes… tenían más neuronas detectoras del olor que los ratones de control. Estas neuronas envían señales olfativas a otras partes del cerebro, donde se procesa el miedo y también aquí… se identificaba un crecimiento de esa región.

se ha identificado que en personas que sufren un desorden generalizado de ansiedad, se involucran áreas específicas del cerebro como el hipocampo, la amígdala y la corteza prefrontal.

Como hemos dicho en otros videos, el hipocampo es una estructura cerebral que está involucrada en el aprendizaje y la memoria.. .

La amígdala es una estructura cerebral que está involucrada en el procesamiento del miedo. 

La corteza prefrontal es una estructura cerebral que está involucrada en el control de los impulsos y el pensamiento racional.

Cuando las personas con trastorno generalizado de ansiedad se enfrentan a una amenaza percibida, el hipocampo y la amígdala se activan. Tal como explicamos en el video sobre el estrés crónico, provocando la liberación de hormonas como el cortisol y la adrenalina, que preparan al cuerpo para luchar o huir. 

Hasta aquí pueden sonar muy parecidos la ansiedad y el estrés crónico… y sí son conceptos relacionados pero no iguales.

Estrés crónico, es un estado prolongado de estrés como consecuencia de estar expuesto a factores como estrés laboral, problemas de pareja o problemas de salud… 

La ansiedad puede tener otros factores involucrados que van desde la predisposición genética, ambientales o experiencias previas de vida. 

Es posible que las personas que han sido diagnosticadas con transtorno generalizado de ansiedad también sufran de depresión. Aunque la ansiedad y la depresión pueden darse por separado, no es raro que ocurran juntos en una misma persona.

En muchos trastornos se identifica una amígdala hiperactiva. Esto puede tener repercusiones no solo mentales sino cardiovasculares.

En un estudio realizado con casi 300 personas a quienes se les hizo seguimiento de 2 a 5 años, se identificó que quienes tenían amígdala hiperactiva presentaban también un mayor índice de cardiopatías, como angina de pecho o infarto de miocardio.

La razón es que aparentemente la amígdala desencadena un aumento de la producción de glóbulos blancos en la médula ósea, lo que provoca una respuesta inflamatoria que contribuye a una mayor acumulación de depósitos grasos en las arterias.

En cuanto a tratamientos… la terapia cognitivo conductual parece que ha sido por algún tiempo la primera línea de respuesta aunque aparentemente todavía se está midiendo de manera muy estandarizada el tema de las recaídas. Este tipo de terapia puede ayudar a identificar algunos pensamientos que pueden llevar a emociones que disparan ansiedad.

Algo novedoso que encontré en esta área es la terapia de aceptación y compromiso, 

Por el lado de medicamentos, algunos coinciden con los utilizados para tratar la depresión. Entre los que no son antidepresivos están las benzodiacepinas, que pueden ser usadas para ayudar a inducir el sueño y promover la relajación muscular que han sido cuestionadas porque los estudios recientes todavía no llegan a un consenso respecto a si su uso en poblaciones de edad avanzada puede contribuir a la aparición de la demencia.

También encontré estudios amplios en los que se ve con optimismo el uso de estrategias que combinan de manera conjunta el uso de meditación tipo mindfulness con técnicas de neurofeedback. Esto significa que al paciente se le pone un gorrito con sensores para medir su actividad electroencefálica y a partir de esa lectura, se va enseñando al paciente a modular su respuesta 

Otro tratamiento que ha sido estudiado aunque todavía no hay tanta literatura en el tema es la estimulación magnética transcraneal. Este es un procedimiento no invasivo que también ha comenzado a utilizarse en pacientes con depresión.

Básicamente se genera un campo magnético que por fuera de la cabeza del paciente va a estimular y provocar cambios en la actividad eléctrica cerebral… quizás esta no va a ser mi mejor analogía, pero funciona muy parecido a la estufa de inducción que te expliqué en este otro video.

Estos todavía no son los tratamientos estándar que se utilizan con toda la gente pero quería que supieras que hay opciones.. quizás ya fuiste con un terapeuta y ni siquiera te gustó la experiencia… pero hay esperanzas.

En lo general son recomendables cambios en el estilo de vida pueden ayudar a reducir el estrés y la ansiedad. Se recomienda procurar dormir lo suficiente, mantenerse activo, hacer ejercicio, evitar el alcohol, la cafeína, el cigarro y seguir una dieta sana, 

Este último punto puede ser muy importante. Hay estudios que sugieren que los ratones con menos cantidad de bacterias útiles en su intestino, tienen amígdalas más grandes y activas. Otros han identificado que después de trasplantes fecales entre ratones, se corrige la respuesta excesiva al estrés que tenían. Los probióticos, como los que te he platicado en videos como este, pueden llegar a ser una clave adicional para manejar este padecimiento.

¿Has vivido este padecimiento alguna vez? Cuéntanos en los comentarios ¿qué estrategias te ayudaron a sobrellevar o resolver la situación?

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